Ismael Serrano se presenta en formato acústico (guitarra y voz), para sorprendernos
con un espectáculo lleno de poesía, en el que invita al público a disfrutar del
privilegio de escuchar sus éxitos de siempre. Temas que, sin duda, se convirtieron en
nuevos himnos para recordar aquel tiempo efervescente en el que nos sentimos
intensamente vivos y el futuro era nuestro.
En palabras de Ismael Serrano: «La vida sin música es un etcétera, un aburrido
inventario de anécdotas en blanco y negro, un viaje en barco con marejada y en un
camarote sin vistas al exterior. La música nos rescata y el empeño del cantautor es
encontrar esa canción que ha de convertirse en compañera de nuestra vida, para
salvarnos de la pena en los momentos difíciles, para festejar los encuentros, para
sobrellevar las despedidas, para recordar el tiempo en que fuimos eternos, para
celebrar lo compartido. Una vida sin música es una vida perdida».